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¿Es lo público común? En la Sierra de Madrid se yerguen una serie de refugios de montaña no guardados, abandonados a su suerte por la gestión pública autonómica, que se desentiende de su mantenimiento.

Inmersos en la Naturaleza, y también rodeados de historia bélica, se libra otra batalla menos conocida, una batalla que estamos dispuestos a luchar. En este ÁGORA conoceremos hasta 3 de los refugios no guardados que existen, y dialogaremos en torno a esta problemática reconstruyendo estas montañas con un nuevo significado, uno que haga justicia a su belleza y trascienda el nefasto recuerdo de los acontecimientos allí vividos durante la Guerra Civil. Por último, y como actividad organizada por Subimos Riscos, juntos colaboraremos para rehabilitar y reacondicionar el Refugio de la Salamanca, un refugio en un enclave hermoso, pero lamentablemente lleno de basura por la irresponsabilidad de la gente.

De este modo, haremos de algo público algo común, algo que podamos disfrutar todos y que perdure. . Salimos del Puerto de los Leones poniendo rumbo a Cabeza Líjar, un antiguo búnker de la Guerra Civil en el que actualmente se puede dormir y es, de hecho, un magnífico lugar para la observación astronómica además de un excelente mirador que ofrece una panorámica de toda la Sierra de Guadarrama.

A lo largo del camino vamos descubriendo las huellas de la guerra en trincheras, cabañas, nidos de ametralladoras...

poco poco vamos perfilando un cuadro de este periodo histórico tan triste. Llegamos al Refugio libre de la Salamanca, lo encontramos en un estado deplorable, lleno de basura e inhabitable para la pernocta. Con la ayuda de todos los participantes de esta edición del Ágora limpiamos el refugio, lo dejamos espectacular y ganamos tanto espacio que pudimos dormir 12 personas muy cómodamente. Si vais por allí mandadnos una fotito a nuestro instagram @subimosriscos, nos hará mucha ilusión saber su estado. Al día siguiente volvemos a los coches de abajo en el Embalse de la Jarosa, donde disfrutamos de la compañía y las amistades forjadas en la montaña con unas cervezas y una buena comida.

Sin duda una ruta espectacular.